viernes, 18 de septiembre de 2015

Velas, y otras formas de oxígeno.

Me he despertado pensando en ti, preguntándome: 
¿cómo puedo tener tanta suerte, 
si tan siquiera he construido en alguien un recuerdo, 
que merezca la pena conservar?
Después, he recordado tu sonrisa. 
Esa media luna que sonríe, hasta en los días más grises. 
Y qué bien te sienta el cielo.
Cualquier palmo, por debajo de ti, se siente eterno.
Cualquier tramo, por encima de ti, ni si quiera existe.
Eres lo más parecido a la increíble imperfección que, 
un día, 
todos quisimos alcanzar.
Tú, lo has conseguido.
Y sé, 
que tal vez no sea la mejor manera de decir felicidades,
por añadir una vela más,
al maravilloso curso de tu vida.
Pero ya me conoces: 
me pongo nerviosa a la hora de expresar mis sentimientos.
Llegan de golpe y yo, 
nunca tengo la defensa preparada para tanta guerra.
Y seamos sinceras. 
Adoro todas tus batallas y treguas, 
con cervezas de por medio.
Todos los puntos de sutura que pusiste, 
alrededor de cada una de mis heridas.
Y sobre todo, lo más importante.
Te quiero a ti.
Por  favor, 
nunca dejemos de tomarnos una certeza, 
por miedo a la borrachera de después.
Ni dejemos de buscar la belleza entre silencios, 
con reverberación en nuestras mentes.

Por último, que espero, nunca olvides.

viernes, 21 de agosto de 2015

Infancias en fuentes de la capital.

Todavía no lo entenderás.
Para ti, el agua sigue siendo un espejo húmedo
con similitud de lágrima.
Caes en asfalto, tierra, playa o pradera
y ni siquiera necesitas preguntarte
el porqué
si sabes el camino,
vuelves a tropezar.
Sin embargo, sigues siendo sonrisa.
Mientas, mantienes un tiempo de espera con el suelo porque,
dices,
le has cogido cariño;
y estás harta de que la gente lo pise,
sin tan siquiera abrazarlo,
una sola vez.

lunes, 10 de agosto de 2015

Con el tiempo, fui aprendiendo a disimular el llanto.
Transformar la tristeza en sonrisa desnuda.
Cabalgar entre pestañas enredadas en el espejo.
Reflejar el cimiento firme de mi más sutil esqueleto.
Borrar resquicios de tierra en mi mente.
Barrer cualquier mar.
Ser paisaje de arena mojada.
Cumbre de un cínico abismo.
Toda tormenta que decida ser nieve interna, en ti.
En tu leve sonrisa de media luna borracha de ausencia.
De memoria.
De recuerdo alimentado por horas.
Que ya no están.
Siendo presente.
Regalo.
Cariño.
Vuelve volando sin alas de prosa y verso.
Sin ganas de ser despedida.
(Nunca sin ganas de)
Rozando los bajos de las nubes,
con el suave tacto de tu pecho.
Perdiendo los sentidos,
por el más mínimo sentido de tenerte.

Tres besos, futuro.
Se bienvenido a las puertas de mi sueño.

viernes, 24 de julio de 2015

Hoy ha vuelto a subir la marea. 
El mar estaba con ese tipo de calma que, a veces, 
decide tomar las riendas de cualquier playa.
Me senté en la orilla con la esperanza de que subieras, y me llevaras contigo. 
Pero no fue así. 
Sin embargo, llevo los pies mojados y la mente descalza. 
He decidido volar al raso del suelo. 
Tal vez así, recuerde los pasos que diste antes de marchar. 
De cortar por lo sano y dejarme enferma de ausencia. 
De olvidar quien fui cuando te miré aquella noche, recordando lo que me enseñaste a ser. 
Cómo me enseñaste a querer,
sin importar los charcos que pise por el camino de vuelta hacia el presente. 
Sin el “tenerte a ratos sinceros”. 
Con la persistencia de borrarte, siendo tinta en mi piel. 
Puede que esta, solo sea una imagen pintada en un muro de ladrillo. 
El miedo, que estás dispuesto a empeñar por “no volver a verme”. 
La captura de la primera emoción que sentí, cuando dije tu nombre. 
El amar de canto, si decides jugar nuestro amor a suertes.  
Tal vez deba ser así. Tal vez, nunca debió de ser. 
Tal vez nunca ha ocurrido, 
y todo sea un sueño del que me mantengo despierta, por si algún día, ya sabes…

martes, 7 de julio de 2015

No quiero perder esta partida.
La apuesta es demasiado alta como para retirar mi mano
de la tuya
De cualquier palma que roce tu nuca
con mis labios.
Ante cualquier beso al ronquera propongas en noches de resaca.
Recordando la nostalgia del moderno paso doble que inventamos en la individual cama de aquel hotel.
Que nos escribió durante cinco noches
a través de otros cuerpos que disfrutaron de la ausencia.
Que ya no observa, si no es tu calma.
Que ya no alcanza, si no es distancia.
Que ha decidido volver al reverso de la portada para recordar su nombre.
A sabiendas de que todo se ha hecho ceniza y tinta, en el último amanecer de luna.

lunes, 15 de junio de 2015

Los demonios que van contigo

No intentes excusarme.
Explícate con gestos.
Engáñate con momentos.
Enamórate con recuerdos.
No desprecies a la sombra que va contigo.
Ella dará un paso en falso por delante de ti, siempre.
Deshará las huellas de señal al cielo con las que proclamas tu superioridad.
Será la encargada de cubrir tus pasados.
Ni siquiera su oscuridad podría tapar todas tinieblas
No eres más que un extraño en el espejo de asfalto y tinta.
Reseca de resacas de versos.
Cubierta de libros con historias en blanco y negro que, un día, tuvieron el color de las estrellas en pleno amanecer lunar.
Cuando decidas caerle encima, recuerda que ella sabe que has caminado por encima de posibles.

viernes, 5 de junio de 2015

Pequeño escondite inglés (texto escrito con 10 años, y sigue siendo flor y espina)

Un toque de queda y cuenta pendiente.
Sin mirar, sigue hablando contra el muro.
diez, nueve, ocho...
Repito, sin mirar, cuenta el tiempo sobre el reloj de arena. 
Entre los dedos. Frente mis palmas.
Como castillo en playa desierta.
Como orilla rompiendo puertas en cristal de mala suerte.
Siete años con siete vidas negras.
seis, cinco, cuatro...
Doble o nada.
Tira, suerte y avanza si puedes.
Junto a ti, el tiempo se vuelve tierra seca.
Junto a mi, la ceniza se vuelve aroma de descanso.
Ya no hay marcha atrás. Tira y suerte.
Gira con todo recuerdo.
tres, dos, uno...
El blanco vestido y tú allí, sonriendo con la muerte a tu espalda.
El blanco hospital y tú, siendo sábana de cualquier enfermo.
El negro mirar y yo, hundida entre cataratas de espuma y entendimiento.
Avanza, sin quitar la vista del muro.
Avanza. 
Nunca dejes de avanzar.
(quien no se haya escondido ya, pierde) 
Y perdí. La lucha y batalla.
Perdimos entre trincheras.
Aún a final de camino, sonreías con la muerte.
Gracias por tus victorias, promesas de beso y despedida.
Gracias por ser, abuela; seguir e impedir que dejará de avanzar. 
Nos veremos entre momentos y recuerdos.
Entre sueños y prados en creciente pesadilla.