domingo, 31 de mayo de 2015

Generaciones de tierras hundidas.

Lluvia a plomo a pecho des-cubierto
de asfalto y lodo
Tierra yerma del cariño que no dimos
dando cuenta y propina a medias
caídas en suelos, cubiertos de camino.
De aquel, que a espaldas del futuro
nos rendimos ante el pasado "caprichoso"
del volver a ser.
Mi batería está llena de momentos
que, poco a poco, se van diluyendo
en un mar de azufre y destierro.
Profunda marea de una barra
exenta de argumentos.
Solo podrá eximirse aquel que
no se hunda en el charco cubierto de arena.
Aquel que deje sangrar sus rodillas
sin vergüenza de ser el único
arrodillado sobre la tierra.
Que es madre de toda hilaridad.
Abuela de toda condena.
Ellas, ya pasaron por guerras.
Saben lo que es quemarse en plena noche
y conservar las cenizas.
Que tiemblen sus pies descalzos
ante un suelo mojado de espuma
a pie de playa.
De seguir cerrando los ojos
ante todo ataque descontrolado.
Y sonreír ante necios que creen que pronto,
habrá acabado.



viernes, 29 de mayo de 2015

Esa fue el verdad.
O la mentira.
O, tal vez, el valor del que jamás te desprendes,
hasta romperlo por completo.
hasta romperte.
dejando caer las piezas del vaso
a medias en el que siempre tuve miedo a nadar
si no era contigo.
Le diste vida a mis suicidios,
arrancando toda soga al cuello que imponía.
Me enseñaste el sabor de los abrazos.
los diferentes tonos de la confianza
en los demás.
la peculiaridad del confiar en ti mismo
de sonreír a cualquier ataque
y llorar ante todo pronóstico de tormenta.
Nunca te asustó la lluvia
decías que era la mejor pista en la que podía bailar.
"Si te gusta bailar, baila.
Si quieres cantar, desafinaré contigo.
nunca intentes cambiar tu cobardía ante los valientes.
Son ellos los que tienen miedo, los que piensan antes de abortar
sin tan siquiera actuar en mitad del escenario"
Eres piedra, tropiezo y camino.
No te hizo falta distancia para alcanzarme,
y aún así, decidí declarar final terminal.
Esto no es un "perdón"
es un gracias por años.
Recuerda nunca perder tu sonrisa de guerrera.
con ella o por ella, nunca dejarán de luchar por ti.

martes, 5 de mayo de 2015

Un número que grita "suerte" el día que nos conocimos, re-encontrado en una ciudad carente de orilla.
Oí de lejos a las sirenas cantar.
Intenté huir de un mar del que sabía,
me iba a ahogar.
Y mírame,
sin hacer pié y flotando entre espuma, sobrevivo a este huracán de casualidades.
Que no tiene más que un ojo en calma.
Que el otro, revoluciona a cualquiera que proclame guerra,
queriendo ser paz entre trincheras.
Es que solo con sumergir mi cabeza entre tus piernas, ya es señal de bandera roja en cada arena.
En cada playa.
En cada tierra.
Que pisen las firmas de los pasos del ayer.
Que borren las huellas escritas del mañana.
Que yo, sigo tropezando con la misma piedra, sin conseguir avance ni premio.
Sin conseguir si quiera, consolación en el intento.
Pero desde hace un tiempo sé, que no me hace falta sabor en el recuerdo.
Que con el mínimo roce, dura y forma un antojo en mi piel, haciendo del momento un mapa, donde volver a vernos.