Todavía no lo entenderás.
Para ti, el agua sigue siendo un espejo húmedo
con similitud de lágrima.
Caes en asfalto, tierra, playa o pradera
y ni siquiera necesitas preguntarte
el porqué
si sabes el camino,
vuelves a tropezar.
Sin embargo, sigues siendo sonrisa.
Mientas, mantienes un tiempo de espera con el suelo porque,
dices,
le has cogido cariño;
y estás harta de que la gente lo pise,
sin tan siquiera abrazarlo,
una sola vez.
ya era hora jajajajaj como siempre genial.
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