martes, 5 de mayo de 2015

Un número que grita "suerte" el día que nos conocimos, re-encontrado en una ciudad carente de orilla.
Oí de lejos a las sirenas cantar.
Intenté huir de un mar del que sabía,
me iba a ahogar.
Y mírame,
sin hacer pié y flotando entre espuma, sobrevivo a este huracán de casualidades.
Que no tiene más que un ojo en calma.
Que el otro, revoluciona a cualquiera que proclame guerra,
queriendo ser paz entre trincheras.
Es que solo con sumergir mi cabeza entre tus piernas, ya es señal de bandera roja en cada arena.
En cada playa.
En cada tierra.
Que pisen las firmas de los pasos del ayer.
Que borren las huellas escritas del mañana.
Que yo, sigo tropezando con la misma piedra, sin conseguir avance ni premio.
Sin conseguir si quiera, consolación en el intento.
Pero desde hace un tiempo sé, que no me hace falta sabor en el recuerdo.
Que con el mínimo roce, dura y forma un antojo en mi piel, haciendo del momento un mapa, donde volver a vernos.

2 comentarios:

  1. Como siempre, sentimientos que afloran en este Blog. Genial cuando uno escribe con el corazón.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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