miércoles, 4 de febrero de 2015

Tú dices: "Madrid sin ti, no". Yo digo: "Madrid contigo, sí"

Tejió poesía, a varios metros del suelo, en contratiempo de versos.
Vino sin más que con un puñado de folios, y sus ganas de romper con todo.
Tres noches. Ese, fue el número de veces que estuve con ella. A la tercera, se marchó.
A la capital, donde concentrará toda poesía en un vuelo.
Noches de algo más que cerveza y whisky. Con un par de cubos de hielo, por favor:
Que cuanto más frío el tiempo, mejor conservas las horas.
Resguarda la, protege la, no dejes que se marche, Madrid. Pero sobre todo, no tengas miedo. Ella, hace de cada lugar, poema. De cada calle, verso. De cada rincón, hogar.
No dejes que se marche, Madrid, pero espero volver a verla
Porque, mientras la gente le pide deseos a las estrellas fugaces, yo pido el deseo de ver una.
Esa una, será ella.


No hay comentarios:

Publicar un comentario