domingo, 1 de febrero de 2015

Cuando una puerta se cierra, la ventana de mi habitación se abre, recuerda lo.

Sé que es difícil creer, pero aquella noche, nadé en un mar de poesía.
No hubo lluvia. No hubo gente. No hubo ruido.
O al menos, no nos dimos cuenta de ello.
¿Se puede llamar amor, a luchar para proteger lo que es importante para ti?
¿Se puede querer, cuando no sabes definir "sentimiento"?
Ciertamente, no lo sé.
Sólo sé, que a mi me gusta jugar; que para él la vida es un juego.
Y tiene todo el tiempo del mundo para ganarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario